Hoy no tengo mucho tiempo ni inspiración. Esta va a ser una de esas entradas fáciles y muy visuales, con poco texto… Algo perezoso. Algo con mucho ego.
Os dejo diez fotos sobre mí. Quienes me sigáis por IG, seguramente las habréis visto ya.
Antes me encantaba el otoño/invierno. Aún me gusta, pero reconozco que ahora prefiero la primavera/verano. Me sube el ánimo muchísimo. Ver que los días se alargan me saca la sonrisa.
Hace años que llevo el pelo rojizo. A veces más castaño, a veces más cobrizo, a veces más rojo-sangre. Y la mayor parte del tiempo, como me crece a la velocidad del rayo, con raíces oscuras salpicadas de canas.
No puedo vivir sin mar. Estar en una ciudad y no ver el mar al fondo, me agobia. Bastante. Aclaro que la playa en sí, en plan domingueo, no la soporto. Necesito oler, ver, escuchar el mar y, de higos a brevas, bañarme en él.
No soporto a la gente-dramas. Aquellos que van haciéndose la víctima, con la lágrima fácil y gimiendo por la vida, me sacan de quicio. Hace tiempo que sacamos a un par de elementos chungos de nuestras vidas. Un acierto.
Hay un lado espiritual de mi vida que tengo algo olvidado, pero no perdido. Mi casa está plagada de detallitos energéticos que siento que me cargan las pilas de alguna manera. In feng shui I trust.
Me gusta cocinar. Me gustaría tener más tiempo para “experimentar”. Y espacio en la cocina también. Con la compra de una panificadora ya dejamos poco espacio libre. En la foto un ejemplo de mi cocina de fusión: Torrijas Canadian style XD
Por muy cansada que esté, me cuesta bastante coger el sueño. Mi aliado es mi Ipod del año de Maricastaña que, a pesar de tener más de ocho años, ahí sigue funcionando. Estoy enganchada a varios programas que me ayudan a desconectar y dormir.
Mi maridín, mi pichón y una servidora somos del mismo signo zodiacal chino. Los tres somos serpiente. Lo único que cambia es el elemento, que pichón es diferente al de sus papás. Así que vivimos felices en nuestro nido de serpientes jajaja.
Aunque eso de recibir correo postal ya no se estila, me emociona recibir postales de aquellos amigos que viajan. Mi colección de postales es muy variada. Tengo postales de sitios remotos como Honolulu, Sídney o Brasilia, hasta sitios cercanos como Alicante jajaja
Maridín y yo coleccionamos libros de “El principito” en diferentes idiomas. Siempre que viajamos buscamos librerías para hacernos con uno. O si algún amigo viaja, ya saben qué traernos. El último que nos han traído es uno en polaco.
Y tú, ¿te animas a hacer una entrada egocéntrica y nos cuentas sobre ti? Anda, cuéntate algo y no me dejes sola en esto de sacar a la luz detalles tan personales.